LA OTRA CARA DE LAS OBRAS

Ocho meses después de iniciados los trabajos de cambio de colectores en nuestra ciudad, que ahora se realizan en conjunto con trabajos de construcción, remodelación y limpieza, no nos hemos detenido a observar un elemento básico en las obras: Los trabajadores.

La Dirección Regional de Trabajo Ancash (DIRETRA) ha informado que son varias las organizaciones en las que recae la responsabilidad del saneamiento; entre ellas a Consorcio Nehalem, Lessser.sac, Consorcio Mantto y el formado por Seda Chimbote, los cuales agrupan más personas en sus nóminas y contratos. Mientras que por otro lado está el Consorcio Isla Blanca (CIB) cuya responsabilidad es el asfaltado base y la limpieza de la ciudad. "Todo está supervisado; se cumplen con las condiciones y se respetan los derechos laborales", expresó el secretario del DIRETRA.

Se ha podido verificar que la implementación que este tipo de trabajo requiere está cubierta: cascos, chalecos, franjas amarillas-"Hombres Trabajando", redes anaranjadas que separan el área abordada, señalización, herramientas, un espacio para guardar los materiales, servicios higiénicos provisionales, entre otros.

Sin embargo, muchos obreros denuncian que se les ha obligado a trabajar más de ocho horas por día. "Ahora trabajamos de la 7.00am hasta las 6.30pm, nos reconocen horas extras pero no nos han dado opción de elegir, por lo que está es una zona céntrica supongo" sentenció un trabajador del tramo cerrado dos cuadras en Gálvez, del Jr. Espinar y la Av. Pardo. Dejando claro, de ser cierto lo dicho, que la presión que se ejerce no recae precisamente en quienes se creía.

En tanto que la DIRETRA niega cualquier problema de los trabajadores de estas obras, argumentando no tener ninguna queja, asimismo desconoce sobre el tema de paga por concepto de trabajar en aguas servidas.

Cuestionar la efectividad de la obras de saneamiento iniciadas con el visto bueno de la Municipalidad Provincial del Santa, es “caer en un bache ya conocido“; para un mejor control podría empezarse por regularizar las observaciones que los mismos trabajadores denuncian. El progreso, literalmente, está en sus manos.

Victor Adriam Langle Briceño